
Me descubro mujer entre
tus dedos
cargados de dulces conjuros
que delinean mi cuerpo.
Mis orillas
desprenden vientos
que tu mar devora.
Tu cuerpo transpira y
llueven sales
sobre mis labios
Yo te devuelvo frutos de mar
en las secretas horas
que enmarcan tus gemidos.
Querida, que poética. Las dos pensamos en femenino, aunque yo lo haga de forma diferente y dentro de la dialectica bragas calzoncillos.
ResponderEliminarMuy elegante tu blog, pero querida, sobre el fondo negro se lee muy mal.